05 · 09 · 2023
Categoría / enfermedades del colon
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El cáncer de colon, una amenaza silenciosa que se puede prevenir

El cáncer de colon es el tercer tipo de cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer en México, según datos del Instituto Nacional de Cancerología. Cada año se registran más de 15 mil casos nuevos y más de 7 mil muertes por esta enfermedad, que afecta tanto a hombres como a mujeres, especialmente a partir de los 50 años.

El cáncer de colon se origina en el intestino grueso, que es la parte final del aparato digestivo. El intestino grueso se divide en dos partes: el colon y el recto. El colon es el órgano donde se almacenan y se forman las heces, y el recto es el órgano donde se expulsan las heces al exterior.

El cáncer de colon se produce cuando las células del revestimiento interno del colon sufren alteraciones genéticas que las hacen crecer y multiplicarse de forma anormal e incontrolada. Estas células pueden formar masas o tumores que invaden y dañan los tejidos y los órganos cercanos. También pueden desprenderse y viajar por el torrente sanguíneo o el sistema linfático a otras partes del cuerpo, donde pueden formar nuevos tumores. Este proceso se llama metástasis.

El cáncer de colon es una enfermedad silenciosa, que no suele causar síntomas hasta que está muy avanzada. Algunos de los síntomas que pueden alertar sobre la presencia de esta enfermedad son:

  • Cambios en el hábito intestinal, como diarrea, estreñimiento o heces más estrechas de lo normal.
  • Sangre en las heces o en el papel higiénico, que puede ser de color rojo vivo o negro.
  • Dolor o molestia abdominal, que puede ser constante o intermitente.
  • Pérdida de peso inexplicable o falta de apetito.
  • Anemia o cansancio, debido a la pérdida de sangre o a la falta de nutrientes.
  • Náuseas, vómitos o gases, debido a la obstrucción o a la irritación del intestino.
  • Hinchazón o sensación de plenitud abdominal, debido al aumento del tamaño del tumor o a la acumulación de líquido.
  • Es importante señalar que estos síntomas pueden deberse a otras causas más benignas que el cáncer, como las hemorroides, las infecciones, las enfermedades inflamatorias o los pólipos. Los pólipos son crecimientos anormales que se forman en el revestimiento interno del colon y que pueden ser benignos o malignos. Algunos pólipos pueden convertirse en cáncer con el tiempo, por lo que se recomienda extirparlos cuando se detectan.

La detección precoz del cáncer de colon es fundamental para aumentar las posibilidades de curación y reducir la mortalidad por esta enfermedad. Para ello, se recomienda realizar pruebas de cribado o tamizaje a partir de los 50 años o antes si se tienen factores de riesgo, como antecedentes familiares o personales de pólipos o cáncer colorrectal, enfermedades inflamatorias del intestino o síndromes hereditarios. Las pruebas de cribado más utilizadas son:

Prueba de sangre oculta en heces:Consiste en detectar si hay sangre invisible en las heces, lo que puede ser un signo de cáncer o de otras enfermedades del intestino. Se recomienda hacer esta prueba cada año.
Colonoscopia: Consiste en introducir un tubo flexible con una cámara y una luz por el ano y avanzarlo por el recto y el colon, mientras se observa el interior del intestino en una pantalla. La colonoscopia permite ver si hay tumores o pólipos y tomar muestras de tejido (biopsias) para su análisis. También permite realizar tratamientos como la extirpación de pólipos o la coagulación de sangrados. Se recomienda hacer esta prueba cada 10 años o según las indicaciones médicas.
La prevención del cáncer de colon se basa en adoptar hábitos saludables que reduzcan los factores de riesgo asociados a esta enfermedad. Algunas medidas preventivas son:

  • Consumir una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en grasas, que favorezca el tránsito intestinal y prevenga el estreñimiento o la diarrea.
  • Beber suficiente agua y otros líquidos para hidratar el cuerpo y ablandar las heces.
  • Evitar el consumo de alcohol, tabaco, carnes rojas, embutidos y alimentos procesados, que pueden irritar el intestino o aumentar el riesgo de cáncer.
  • Practicar ejercicio físico regularmente para mejorar la circulación sanguínea, el tono muscular y la salud general.
  • Controlar el peso corporal para evitar la obesidad y el sobrepeso, que son factores de riesgo para el cáncer de colon.

El cáncer de colon es una enfermedad grave que puede prevenirse y tratarse con éxito si se diagnostica a tiempo. Por eso, es importante consultar con un especialista en coloproctología que pueda ofrecerle un servicio profesional y de calidad.

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